VITACINEMA

Si la vida imitara al cine

viernes, 17 de octubre de 2008

Hoy ha llegado

Hoy ha llegado, sin avisar, como un familiar intruso en tu casa. Como siempre arrasándolo todo, sin compasión. Sin ningún sentimiento de cariño ni respeto. Es cosa de su carácter, taciturno e individualista y también, a pesar mío, destructor y caótico.

Con ella no se sabe, se pierden los estribos y se olvidan las metas y los caminos recorridos. Se olvida quien se es y quién se ha sido. Ahora solo eres un títere a su merced y dejas de escuchar las palabras de aliento de tus seres queridos. Solo su voz se oye, tétrica, como una voz de ultratumba y ensordecedora como un enorme amplificador colocado en tu oído.

No sabes cuando se irá. Nadie manda sobre ella y ella manda sobre todos. Algunos han sabido ignorarla pero yo soy su esclava cuando llega, altiva y hermosa.
Sí, hermosa. Porque su destrucción nace de la esencia misma de nuestra existencia y al menos es veraz, como la vida misma. No engaña a nadie pero es tan terrible el espejo en él que nos hace vernos.

Quisiera matarla, atravesar con una daga su hermosa compostura pero temo, que al rasgar su túnica salga la sangre de mi cuerpo. ¿No es acaso mi sangre la que alimenta su existencia?. Mi corazón late con ella y lo aprieta en sus manos hasta hacerme sentir un nudo en la garganta.

Mi hermosa dama, mi implacable Tristeza, quisiera abandonarte y dormir y que al despertar te hubieras ido y poder seguir adelante con mi vida. Pero cuando apareces, me sumerjo en tu mundo y olvido mi nombre, mi mundo , mis promesas y acabas siendo el timón que me guía.