VITACINEMA

Si la vida imitara al cine

miércoles, 16 de febrero de 2011

Porque sueño

Porque sueño yo no lo estoy.

Porque aún recuerdo cuando era joven. Cuando los atardeceres eran únicos e irrepetibles. Cuando ir un sábado por la noche al pueblo de al lado, a aquel pequeño pub donde escuchar a 'The Smiths', 'Echo and the Bunnymen', 'It's Immaterial' , 'The Psychedelic Furs' o 'The Immaculate Fools', era lo mejor que te podía pasar en la vida.

Mis cuatro amigas y yo. Llenas de sueños y de juventud. Con nuestros abrigos negros y nuestros pelos encrespados y toda la vida por delante.

Poco después murió mi padre. Lo recuerdo sabiendo que eso es el pasado. Pero un hermoso pasado a pesar de todo. Y no es añoranza ni nostalgia. Es la certeza de saber que todo aquello nos marcó. A unas menos que a otras o de forma diferente.
Creo que hay algo de todo aquello que les avergüenza porque ya no hablamos nunca de ello. En realidad ya no hablamos nunca de nada.

Pero yo lo recuerdo con orgullo. Como al cerrar los ojos en una gasolinera, el profundo olor de la nafta trae a mi padre de entre los muertos.
Siento la fuerza incontenible de entonces. Y por unos momentos siento exactamente lo mismo.

Ahora es otro tiempo, hermoso, diferente, donde me he encontrado y me conozco por completo. Pero, por un instante, envidio esa incetidumbre terrible y melancólica de un futuro aún por llegar. De esa inocente y difícil etapa de nuestras vidas en que éramos tan frágiles y tan implacables a la vez.

Y por eso aún puedo entenderlas. Aunque los tiempos cambian y los sueños también. Pero son como nosotras, jóvenes, perdidas, débiles y despiadas.



Porque sueño yo no lo estoy