VITACINEMA

Si la vida imitara al cine

domingo, 1 de abril de 2012

'Shame' de Steve McQueen

Desde que James Cagney se encontrara en la cima del mundo en ‘Al rojo vivo’, la noción de cima del mundo ha sufrido algunas que otras modificaciones.

Yo, que mantengo una relación con la sociedad de mi tiempo bastante sutil y alejada, puedo decir que si he conocido a chicos, que vivían o creían vivir en ese empinado lugar, aunque he procurado olvidarlos.

En la devastadora ‘Shame’ de Steve McQueen, el protagonista (Michael Fassbender) se sabe a si mismo como un triunfador. No es un hombre excepcionalmente rico aunque si posee una situación desahogada, con piso propio en una buena zona de New York, y un buen trabajo.

Aunque lo que diferencia a Brandon de su jefe, por ejemplo es su independencia. No posee nada que pueda esclavizarlo: ni novia, ni mujer, ni mascota, ni hijos. Es libre para follar a diestro y siniestro con prostitutas, ligues ocasionales, más las continuas masturbaciones que le provocan las hermosas mujeres que se cruzan en su camino.

Michael Douglas, en su anterior matrimonio, fue ingresado por ser un adicto al sexo. Eso decían su esposa y él y parece ser que se curó. Desconozco si eso existe pero si es cierto podríamos decir que el protagonista de esta película lo sufre en sus carnes.

Lejos de contarnos una historia delirante y calentorra, a pesar de sus explicitas escenas de sexo, Steve McQueen nos lleva de la mano hacia la visión de una gran parte de la sociedad que ha perdido el rumbo, embaucados por el poder del dinero. Nos enseña como un hombre guapo y sensible se hunde entre sus numerosas adicciones.

Vivimos en un mundo de adictos. A las drogas (que hacen estragos mientras los gobiernos no hacen nada), al consumo innecesario, a la necesidad de triunfar o parecerlo, y en resumen a un tipo de vida americano al que Europa parece aspirar.

Entre tanto desastre económico y social no sé que hacen nuestros dirigentes, esos a los que votamos, para protegernos de todo ese mal. Parece que en este mundo económico nuestro, nada nos puede salvar.

Yo soy una de esas personas a las que ahora llaman freakies (espero que inspirados por la gran película de Tod Browning, ‘Freaks’). No me interesa el consumismo, compro cuando necesito y aunque no puedo liberarme del yugo de la sociedad en que vivo, intento mantener mi vida al margen de la vorágine social que vivimos. Pero tampoco tengo el valor de irme a vivir con los indios yanomamis y romper con todo. Soy hija de esta sociedad y creo que si cuidamos un poco todo lo que nos rodea podemos llevar una vida mejor.

Después de tanta declaración de principios solo puedo decir que Steve McQueen es un excelente director que no es familia del legendario actor del mismo nombre. La historia se desgrana poco a poco hasta explotarnos en las narices.

A destacar la interpretación de Michael Fassbender que es impresionante por su realismo, y de la preciosa actriz Carey Mulligan que canta la mítica canción New York, que inmortalizó Sinatra. Creo que es una de las versiones más hermosas que he oído, quizá la mejor de ellas . La sensibilidad de la joven actriz nos hace comprender que le sonríe un brillante futuro.

http://www.youtube.com/watch?v=OGekbrVci58)

Si todo esto no convence para ver 'Shame' de Steve McQueen, decir que tiene un Globo de oro, ha sido candidata a dos premios BAFTA, posee tres categorías de premios del Festival de Venecia aunque no el León de Oro al que también fue candidata, igualmente que en los Independent Spirit Awards donde tampoco se llevó el premio. Para mi es una excelente recomendación.

miércoles, 11 de enero de 2012

Gilda, otra vez


Otra vez, después de tantos años me he encontrado con 'Gilda', la película que Charles Vidor dirigió para que Rita Hayworth y Glenn Ford dejaran esta maravilla para la posteridad.
Con otros actores esta historia hubiera flojeado y se haría, quizá, poco creíble. Pero la guapísima Rita y su gran amigo Glenn nos deleitan de principio a fin.
Hasta el malo malísimo de George Macready está espléndido, aunque yo, sin duda, lo prefiero en 'Senderos de gloria' de Kubrick.

Esta vieja historia de celos, de mujeres hermosas enamoradas de chicos malos y casadas con ricos aún más malos no es nada nuevo, es más bien atemporal. Siempre me he preguntado porqué tantas de mis amigas acababan siempre con el tío que las desprecia, les amarga la vida y ellas no pueden dejar de defenderlo. Conciencia de esclavo, dice mi amiga Sonia. Es posible aunque yo creo que hay algo mucho más profundo, poético y cálido en este filme. Y ese glamoor que desprenden estos chicos con esos trajes de chaqueta de Johnny y esos preciosos conjuntos de noche de Gilda. No hay comparación!!!

Johnny Farrell quiere a Gilda y no puede soportar que nadie más la quiera. Y ella está loca por él. Entre ellos el orgullo y los prejuicios...bueno y un marido rico, poderoso y despiadado.
No podemos olvidar que era 1946 y que la peli fue prohibida por el seductor baile de Rita como principio de un striptease interrumpido. Dicen que era la cantante Anita Ellis la que sonaba mientras la guapísima bailaba pero que más da, nada cambia.

'Gilda' es una de esas obras maestras que te absorben a pesar de los años, de la hora y gracias a que la 2 aún sigue sin publicidad. Dicen que a TVE le esperan grandes recortes y que se está pensando de nuevo en la publicidad como ayuda económica. ¡Que lástima volver de nuevo a destrozar esas maravillas a base de hachazos publicitarios.

Para mi enorme gozo hoy he visto 'Gilda' y me ha gustado tanto que he comprendido porqué era una de mis películas favoritas en el pasado. Esos días en que yo salía hasta altas horas de la mañana, fumaba y bebía y cuando volvía a casa me llevaba hasta el amanecer viendo cine. Y una peli como 'Gilda' era un auténtico ideal para mí.
Hoy las cosas han cambiado, ya no soy la misma pero puedo seguir sintiendo la enorme atracción que produce el duelo de estos dos actores maravillosos.