Yo, que mantengo una relación con la sociedad de mi tiempo bastante sutil y alejada, puedo decir que si he conocido a chicos, que vivían o creían vivir en ese empinado lugar, aunque he procurado olvidarlos.
En la devastadora ‘Shame’ de Steve McQueen, el protagonista (Michael Fassbender) se sabe a si mismo como un triunfador. No es un hombre excepcionalmente rico aunque si posee una situación desahogada, con piso propio en una buena zona de New York, y un buen trabajo.
Aunque lo que diferencia a Brandon de su jefe, por ejemplo es su independencia. No posee nada que pueda esclavizarlo: ni novia, ni mujer, ni mascota, ni hijos. Es libre para follar a diestro y siniestro con prostitutas, ligues ocasionales, más las continuas masturbaciones que le provocan las hermosas mujeres que se cruzan en su camino.
Michael Douglas, en su anterior matrimonio, fue ingresado por ser un adicto al sexo. Eso decían su esposa y él y parece ser que se curó. Desconozco si eso existe pero si es cierto podríamos decir que el protagonista de esta película lo sufre en sus carnes.
Lejos de contarnos una historia delirante y calentorra, a pesar de sus explicitas escenas de sexo, Steve McQueen nos lleva de la mano hacia la visión de una gran parte de la sociedad que ha perdido el rumbo, embaucados por el poder del dinero. Nos enseña como un hombre guapo y sensible se hunde entre sus numerosas adicciones.
Vivimos en un mundo de adictos. A las drogas (que hacen estragos mientras los gobiernos no hacen nada), al consumo innecesario, a la necesidad de triunfar o parecerlo, y en resumen a un tipo de vida americano al que Europa parece aspirar.
Entre tanto desastre económico y social no sé que hacen nuestros dirigentes, esos a los que votamos, para protegernos de todo ese mal. Parece que en este mundo económico nuestro, nada nos puede salvar.
Yo soy una de esas personas a las que ahora llaman freakies (espero que inspirados por la gran película de Tod Browning, ‘Freaks’). No me interesa el consumismo, compro cuando necesito y aunque no puedo liberarme del yugo de la sociedad en que vivo, intento mantener mi vida al margen de la vorágine social que vivimos. Pero tampoco tengo el valor de irme a vivir con los indios yanomamis y romper con todo. Soy hija de esta sociedad y creo que si cuidamos un poco todo lo que nos rodea podemos llevar una vida mejor.
Después de tanta declaración de principios solo puedo decir que Steve McQueen es un excelente director que no es familia del legendario actor del mismo nombre. La historia se desgrana poco a poco hasta explotarnos en las narices.
A destacar la interpretación de Michael Fassbender que es impresionante por su realismo, y de la preciosa actriz Carey Mulligan que canta la mítica canción New York, que inmortalizó Sinatra. Creo que es una de las versiones más hermosas que he oído, quizá la mejor de ellas . La sensibilidad de la joven actriz nos hace comprender que le sonríe un brillante futuro.
Si todo esto no convence para ver 'Shame' de Steve McQueen, decir que tiene un Globo de oro, ha sido candidata a dos premios BAFTA, posee tres categorías de premios del Festival de Venecia aunque no el León de Oro al que también fue candidata, igualmente que en los Independent Spirit Awards donde tampoco se llevó el premio. Para mi es una excelente recomendación.