VITACINEMA

Si la vida imitara al cine

jueves, 9 de abril de 2009

MIS NIÑOS II: Léolo

"porque sueño yo no lo estoy"


'Léolo' es la única película del director canadiense Jean Claude Lauzon. Es una historia estremecedora, que toca en lo más profundo del alma. Es poesía y desencanto en estado puro.
Es la historia de un niño diferente, de una rosa nacida entre los excrementos de las vacas, de como el mundo es solo lo que es, y desde luego, no es justo.
Este niño no es superviviente, como 'Fresh'. Es más, cualquier otro hubiera sobrevivido a toda esa barbarie, a todo ese mundo cruel y desesperanzador. Pero Léolo veía Italia dentro de su armario y una hermosa Bianca que cantaba para él. Leo creaba otro mundo posible pues la realidad era demasiado amarga.
La ternura y el cariño que siente por su hermano son conmovedores.

"Así nunca más Fernand tendrá miedo. Y, cuando mi hermano sea una montaña, yo tampoco tendré miedo. Y podré ir por todas las callejuelas de la tierra, a decir a todos los mierdas de este mundo, lo que pienso de ellos. ¡Ay de aquellos que no inclinen la cabeza a nuestro paso!. Hasta los árabes y los judíos tendrán miedo de mí, de lo alto que estaré sobre los hombros de mi hermano."



Pienso a veces en ellos. Los veo enseguida. Apenas los conozco sé que ese niño o niña tiene algo que contar y siente mucho mas allá que lo que le enseñan sus padres, hermanos, compañeros, o quién le rodee. Uno de ellos es mi sobrino. Es un niño dulce y reservado y cuando viene a casa y hablo con él parece que haya vivido conmigo toda la vida, que es mi niño. Pero no lo es.
Vive en un mundo de personas vulgares y desgraciadas donde el único tema de conversación es el dinero. Cuando les escucho quejarse de mi niño pienso que es como echarles margaritas a los cerdos. Temo por él, porque en un mundo de idiotas, consumistas y simples, en ese imperio de apariencias y lucha fútiles, mi niño se perderá y nada puedo hacer por él.
No hace mas que catear asignaturas y escucho tras los números rojos una llamada de auxilio que solo oigo yo.
Probablemente nunca tenga hijos. Y él, dentro de poco, dejará de ser un niño, se olvidará de su tía y comenzará el rapidísimo camino de la juventud. Espero que todo le vaya bien y vuelva cuando su cabeza sea la de un adulto y pueda contarle muchas cosas. Todas las que, sus necios padres, jamás le dirán.
Buena suerte, dulce Léolo, que los dioses del Olimpo te protejan.

9 comentarios:

ethan dijo...

Esas probabilidades tienen que aumentar: son las personas como tú las que deberían tener hijos.
Estupendo texto.
Un abrazo!

ortiga70 dijo...

De nuevo haces honor al nombre de tu blog, comparando la historia de Léolo con la de tu sobrino.
Ya sabes lo que pienso de esta peli, te dejé los comments en aquel blog que un día decidiste eliminar.
Leyendo de nuevo el post, encuentro, si cabe, más sensibilidad y ternura en tus palabras.
Cuando era niño yo estaba solo, no tenía ningún Fernand que me protegiera( aunque cuando le llegó el momento de dar la campanada, pudimos ver como los músculos tienen que estar acompañados tb de mala leche sino, no sirven para gran cosa...).Cada mañana al levantarme, hacía la misma reflexión que el pobre Léolo....Los canis de mi barrio me la tenían jurada. Se burlaban de mi, me pateaban, me perseguían....Hasta que un día todo cambió. Me enfrenté a uno de ellos. Se cruzó en mi camino en un mal momento el que yo estaba fuera de mis casillas, le ostié la cara y me fuí, nunca mas me molestaron.

Léolo me recueda mucho a mi mismo.
Yo tb tengo un sobrino que es un ángel igual que el tuyo. Hablé de él y de mi dulce hermanita en un post en el otro blog...Casualidad??...Quién me conoce sabe que yo no creo en las casualidades.....

Un abrazo Bela, enhorabuena. Me haces recordar magníficas películas y muchas vivencias personales.
Besos

Elena dijo...

Una vez más coincido contigo,mis niños son dos y los dos muy diferentes,me acuerdo de unas palabras de Serrat que decian: que nada ni nadie puede impedir que sufran, que las agujas avancen en el reloj, que decidan por ellos, que se equivoquen, que crezcan y que un día nos digan adiós.
Un beso.

bela dijo...

Eso espero yo tb, amigo Ethan.A ver que nos depara la vida. Besos

Amigo Ortiga siento que hayas vivido en tus carnes las desgracias de Fernand y me alegra que tb conozcas niños diferentes. Eso es que nos quedan esperanzas, sin duda.

Me alegra que tengas hijos y puedas disfrutar de ellos. El que sabe entenderlos y conectar con ellos, disfruta mucho mas de la vida. Supongo que no ha olvidado aún que fue niño,no?. Un beso amiga Elena

EL CORSARIO NEGRO dijo...

Muchas gracias por asomarte a mi blog. Me ha encantado que "de todos los blogs del mundo...hayas echado un vistazo al mío" (la mejor película de todos los tiempos) Adelante.
Un saludo

bela dijo...

Gracias corsario, seguiré visitandote. Un saludo

Equusboy dijo...

Bien Bella, como bien comenta Ortiga70, casualidades y casualidades, creo que todos tenemos un poco de Léolo en nuestro interior. Cuando vi la película, como supongo para muchos de vosostros, fue como si estuvieran sacando algo de mi interior, que había estado guardando ocultamente porque era demasiado doloroso, y lo proyectasen al mundo, en forma de luz expositiva, que sólo un demiurgo podría narrar de la forma en que lo hizo Jean-Claude Lauzon; luz que sigue quemando mi piel, cuando veo el ojo iluminado por la linterna mágica sobre Léolo. Parce que moi je rêve, moi je ne (le) suis pas. Se escoga el sentido que se escoga, su fuerza es brutal.
Si buscas en eso que llaman Feisbuc, y pones Léolo Lozone, ahí me encontrarás, casualidades? No se Bella, todo es un misterio para mi, pero tu fuiste la primera en alzar tu mano y eso es mucho para mi. Y si sigo buscando se que encontraré más casualidades, y yo no creo en las casualidades. Léolo.

bela dijo...

No, yo tampoco creo en las casualidades. El domingo pasado cruzaba el puente que une Cadiz con el resto de Europa y en la radio oí la historia del cuadro de Gustave Courbet 'El origen del mundo'. Es tan interesante como la pintura misma. Me fascinó tanta coincidencia o causalidad. ¿Quién sabe?. Tal vez le demos demasiadas vueltas a cosas sencillas o quizá nada sea sencillo sino demasiado complicado para nuestros pequeños cerebros.
Un abrazo

Equusboy dijo...

Pues, Bela, estamos de carambola. Realmente es graciosa la situación. Una cosa nos lleva a la otra. Yo encantado.

Besazos.